Cuando Temblo en Buga


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as construcciones eran diferentes de lo que hoy llamamos arquitectura colonial, las propiedades eran construidas con muros de barro pisado entre 50 centímetros y un metro de espesor, que era la regla general, el bahareque se usaba comúnmente en buena parte de las casas de habitación, ya que el uso de adobe se impuso al terminar el siglo XVIII.
En la esquina noroccidental, de lo que hoy es El parque Cabal, se levantaba la casa de Don Luis Velásquez, al lado del Cabildo y la iglesia, ésta era la única casa con techo de teja de barro. El techo de paja era la única modalidad.

A esa esas horas de la tarde comenzó a rugir la tierra, y una fuerte sacudida en cuestión de segundos hizo pensar a los lugareños que un castigo divino había enviado un mensaje desgarrador, las iglesias se vinieron abajo, la casa de Don Luis Velásquez y Doña María Rengifo ubicada en plaza principal cuadra de la catedral, quedaron en ruinas, no quedó casa en pie, solo había destrucción, las paredes de tapia, adobe y los pocos balcones existentes los había arruinado el terremoto. Los temblores se repetían cada hora y se presentaron más de 120 replicas hasta el 23 del mismo mes; los vecinos poseídos por el terror abandonaron sus casas, el colegio de la compañía de Jesús de Buga, donde funcionó la institución educativa y Universidad Académico, actualmente Universidad del Valle, quedó inservible; en sus memorias el Rector Padre Javier Azzoni dijo : …” Apenas hubo familia alguna hasta fines de dicho mes que pudiera lograr habitación de propia casa…. Se acomodaron en casitas de paja, cocinas viejas y ranchos de ramas con mil incomodidades…”

El Terremoto de Buga de 1766 fue ubicado a 20 kilómetros de profundidad en la parte suroccidental entre los límites de que hoy es Brisas del valle y Guacarí, aproximadamente en la latitud 3.7 N y Longitud 76.3 w, con una intensidad de 8 grados en la escala de Mercali muy por encima del terremoto de 1925 de Cali y 1983 de Popayán.
El terremoto de Buga es el único sismo histórico importante entre los conocidos hasta ahora con epicentro en el Valle del Cauca, por esta razón su estudio es importante para el conocimiento de amenazas sísmico regional y más aún cuando estos fenómenos tienden a repetirse en el tiempo cada 130, 200 o 250 años o tal vez nunca vuelven a suceder en el mismo sitio, ya que muchas veces las capas tectónicas ya se han acomodado.
Por esto es importante que tengamos planes de acción en caso de suceder un movimiento telúrico, como sitios de encuentro y sobre todo conservar la calma.
